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Pautas para el manejo telemático de los pacientes con hipertensión

Iniciativa para optimizar el control de la Presión Arterial mediante telemedicina.

ÓPTIMA nace como consecuencia del brusco cambio en el modelo de atención a los pacientes crónicos en general, y con HTA en particular, que ha supuesto la situación de pandemia por la enfermedad del coronavirus del 2019 (COVID-19), a partir de la cual la consulta telefónica o e-consulta se ha establecido como vía de comunicación principal y necesaria entre el equipo de AP y el paciente. No obstante, para una implementación exitosa de la telemedicina, deben producirse cambios tecnológicos y de procedimientos, lo que implica una reconfiguración de las prácticas médicas existentes y las relaciones entre el médico y el paciente, para las cuales son necesarias recomendaciones específicas.

En este contexto, se llevó a cabo un estudio Delphi para validar, con un panel de médicos de AP con experiencia en el manejo de pacientes hipertensos, una propuesta de recomendaciones para la optimización de la consulta telemática en estos pacientes. En él, se abordan los aspectos clave a tener en cuenta antes, durante y al finalizar la consulta telemática, así como aspectos a considerar para una mejor comunicación con los pacientes.

Los resultados obtenidos han aportado una gran cantidad de información en cuanto a la utilidad, estructuración y nivel de adaptación de los participantes a la telemedicina para el seguimiento de los pacientes hipertensos.


Este proyecto ha contado con el aval de las tres Sociedades Científicas implicadas en su diseño y desarrollo (semFYC, SEMG y SEMERGEN.

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Consideraciones generales para el abordaje del dolor con cualquier fármaco que contiene un mecanismo de acción opioide   (26 feb. 2020)


Es esencial un abordaje individualizado y centrado en el paciente para el diagnóstico y tratamiento del dolor con el fin de establecer una alianza terapéutica entre el paciente y el clínico. Se deben considerar aspectos del paciente que puedan afectar a la dosis de opioide antes de iniciar el tratamiento con el mismo (1).


En pacientes con dolor agudo (ej. dolor postquirúrgico) el uso de la medicación debería ser por el menor tiempo necesario (1).


Todos los pacientes deben ser seleccionados cuidadosamente, los factores de riesgo de abuso deben de ser evaluados y se debe de establecer una monitorización regular para asegurar que los opioides se utilizan de forma apropiada (3,4) y alineada con los objetivos de tratamiento (intensidad de dolor y funcionalidad) acordados con el paciente (2,3).


Los pacientes deben ser informados de los potenciales efectos adversos de los opioides, así como de su potencial de desarrollar tolerancia, dependencia y adicción (2,3).


Es importante utilizar óptimamente abordajes multimodales no-opioides tanto en dolor agudo como en dolor crónico antes de escalar a analgésicos opioides o de combinar con terapia con opioides (1).


La adicción es posible incluso cuando los opioides se toman según lo indicado (4). La prevalencia exacta del abuso en pacientes tratados con opioides para dolor crónico es difícil de determinar (5).


En el tratamiento con opioides a largo plazo se requiere realizar revisiones clínicas regulares, para evaluar, por ejemplo, el control del dolor, el impacto en el estilo de vida, bienestar físico y psicológico, efectos adversos y necesidad de continuar el tratamiento (2).


Cualquier tratamiento con opioides a largo plazo debe ser monitorizado y re-evaluado regularmente incluyendo la titulación descendente de la dosis o la discontinuación del tratamiento (2,3).


Los signos de trastorno de uso de opioides deben ser monitorizados y abordados (2,3).


Los pacientes y el público en general se pueden beneficiar de materiales educacionales claros y de iniciativas de concienciación para favorecer el uso racional de los opioides (6).